domingo, 12 de septiembre de 2010

Falsos.

Ayer me dí cuenta por diversos motivos que las apariencias venden mucho y que casi siempre engañan.

Unas van de divas súper cachondísimas cuando en realidad son unas zorras que aprovechan para hablar mal de ti a tus espaldas.

Otras que pensabas que eran lo peor son las personas que merecen la pena.

Luego están esos tíos que se ponen su camisa con dos botones desabrochados y el cuello para arriba aparentando ser algo que no son.

Los que merecen la pena son esos a los que les importa una mierda los que piensen los demás porque hacen lo que quieren aunque medio mundo les mire mal y les juzgue por eso.

Me repatean esos (ese ocultado, yo me entiendo) que van de progres con sus amigos contando mentiras tipo "no, si yo cuando me llama paso de cogerlo" cuando no es así o cuando por el simple hecho de liarse con una ya van como si fueran los tíos más ligones del mundo.


En este momento lo único que me consuela es que tarde o temprano las verdades salen a la luz. Yo me callo y me callaré y no mencionaré nada de esto con nadie porque el que haya hecho algo así conmigo no se merece ni mi tiempo ni mis ganas y llegará un momento en el que arderá esta ciudad de mi ira contenida así que cuando esto pase yo me reiré todo lo que se han reído ellos de mi y ellos lloraran como he hecho yo.

Avisados estáis.

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